Conclusión


Quien tiene un proyecto de vida navega por el mar de la vida teniendo un rumbo fijo en cambio quien no lo tiene va por la vida dando tumbos de un lado para otro obteniendo éxitos rápidos, pero efímeros.

Tener presente en todo momento el proyecto de vida, permite ser constantes, no perder de vista las actividades importantes que se necesitan realizar día a día para poder alcanzar éxitos duraderos.