Especie de pesadillas de mucha mayor intensidad, y se distingue de ésta por sus características fisiológicas y conductuales. Empieza generalmente con un grito estremecedor, y la persona da un salto de la cama encontrándose en un estado de disociación. También se presenta taquicardia, frecuencia respiratoria intensa, sudación, conducta refleja, amnesia retrógrada y recuerdo fragmentario o nulo de sueños.

Deprivación del sueño
Alteraciones del ritmo sueño-vigilia.
Después de traumatismos cerebrales.
Estrés físico o emocional.
Casi siempre acompañan al síndrome cerebral agudo.
Presencia de cuadros psicopatológicos.
Antecedentes familiares de episodios de terrores nocturnos o de sonambulismo.