Conclusión


Toda persona que ha iniciado el camino de convertirse en persona va paulatinamente volviéndose más consciente y responsable de lo que ocurre en su interior, de su parte en los problemas y de todo lo que le pertenece. Se visualiza como parte de este mundo; se relaciona con los demás, consigo mismo y con el ser supremo de una manera saludable. Se plantea objetivos de vida por lo que se vuelve más libre para amar y con esto más cerca de la auténtica felicidad.