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El ser humano se deleita ante aquellas
cosas o personas que le parecen bellas, que le son agradables o
atractivas.
La belleza puede ser una característica que se encuentra
en el exterior y que se aprecia en la forma, tamaño, en la
expresión, textura, color, etc., tanto en el detalle, como
principalmente, en su conjunto, en el objeto visto como un todo.
La respuesta o el comportamiento de las personas ante lo bello
es la contemplación, algo que va mas allá de la mera
observación, pues en ella no sólo se observa si no
que produce un sentimiento de satisfacción, de admiración,
de éxtasis, de estar a gusto, de sentirse bien.
Para contemplar es necesario observar, mirar detalle a detalle
lo que nos parece bello, y aún lo que no nos parece tan bello
a simple vista; por éste motivo la belleza también
es algo que se descubre en los objetos.
La belleza se relaciona con otros valores como el amor, no obstante,
en las relaciones humanas, lo interno cobra mayor importancia ya
que enriquece a las personas.
La belleza se puede cultivar. En la historia del ser humano ha
impregnado sus obras con el sentido de lo estético. Busca
que sus obras creadas tengan belleza: las obras musicales, la pintura,
la poesía, las construcciones, la escultura, etc. Donde muchas
veces se toma como referencia a la naturaleza (sonidos, formas,
colores, seres, etc.) |
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