Como se mencionó
anteriormente, los tipos de liderazgo son útiles si se aplican
en las situaciones correctas y en los momentos adecuados. Por ejemplo:
El liderazgo democrático tiene la desventaja de que los
seguidores perciben al líder como una persona insegura
ya que siempre toma en cuenta las opiniones de los demás.
Resulta muy valioso y efectivo cuando existe tiempo para analizar
las opiniones que se proponen para resolver una situación.
El líder Autocrático tiene la desventaja de que
provoca gran resistencia pasiva entre sus seguidores debido a
que utiliza la disciplina para lograr las metas. Se pueden obtener
muchos beneficios si se utiliza en situaciones donde es necesario
tomar decisiones urgentes y cuando hay situaciones límite
que no permiten solicitar opiniones.
El liderazgo permisivo tiene la desventaja de que genera muy
poca motivación entre los miembros a demás de crear
incertidumbre en el camino a seguir. Pero si se aprovecha la madurez
y responsabilidad del grupo, se puede lograr desarrollar una gran
cantidad de talento y motivación entre los miembros.