Origen
de la Baja Autoestima

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3. La frecuencia de gestos prohibidos
Te repitieron tantas veces que estabas mal, que acabaste creyéndolo. A
veces recibimos la educación del No: No hagas esto, no hagas lo otro,
por qué hiciste eso, en la cual sólo se ve lo negativo. Los padres
son demasiado críticos y perfeccionistas al utilizar este enfoque.
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4. La consistencia de los gestos prohibidos.
Si se nos reprime una vez por una conducta y en otro momento se nos deja mostrarla
sin reprobación alguna, es muy probable que uno se confunda y piense que
es la persona quien está mal y no la conducta en cuestión.
Ejemplo:
Se te reprocha enormemente por no haber tendido tu cama, pero al día siguiente
no te dicen nada y al tercer día te regañan por otra cosa, etc. |
5. La frecuencia con la que los gestos prohibidos
se relacionaron con el enojo o la indiferencia de los padres.
El regaño con un alto grado de enojo o la indiferencia de
los padres transmiten al niño el mensaje: tú estás
mal, te rechazo a tí, a tí no te soporto. Y, puesto que este tipo
de mensajes origina fuertes sentimientos
de temor en el niño, es fácil que perduren en su memoria. |
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