Definición de Emprendedor

   
 

Para algunos es un atributo innato que algunas personas tienen. Para otros, el espíritu emprendedor puede ser enseñado, aunque no puede ser enseñado como un método.

Las escuelas de negocios y la educación formal han buscado el método y por eso el espíritu ha sido siempre dejado de lado. Se habla de espíritu, porque en primer lugar apunta a que no puede consistir en reglas, sino más bien en sensibilidades, en estados de ánimo, en una cierta apropiación de la historia, en un cierto estilo. Pero entonces ¿Cómo y dónde se forman los espíritus?, cuando las universidades lo que saben es enseñar reglas.

Se puede afirmar que el espíritu emprendedor, es el desarrollo de proyectos innovadores o de oportunidades para obtener beneficios; la capacidad de comprar a precios ciertos, para vender a precios desconocidos, o lo podemos considerar como la capacidad de desarrollar una idea nueva o modificar una existente para traducirla en una actividad social rentable y productiva (no todas las personas emprendedoras buscan el beneficio económico, existen personas que buscan objetivos sociales o políticos).

En realidad definir el espíritu emprendedor no es cuestión sencilla, ya que las personas tienen diversas características que de cualquier manera los hace exitosos; en la actualidad el espíritu emprendedor es sinónimo de innovación, cambio, fundación de una nueva empresa o la toma de riesgos. La dificultad aumenta, cuando encontramos emprendedores que no han fundado empresas o que no han sido innovadores y simplemente han copiado una idea existente o que en lugar de asumir riesgos buscan que otros los corran.

Para desarrollar el espíritu emprendedor es sensibilizarse y atacar prejuicios. Éstos últimos arraigados en nuestra concepción de lo educativo. Por ejemplo, el prejuicio ideal de la educación es aquél que consiste en producir conocimientos que se adquieren y después se aplican.

Otro prejuicio es el hecho que creemos que el éxito es cuestión de suerte. Pero la suerte no es más que una oportunidad bien aprovechada que requiere que se presente la oportunidad, pero el individuo debe estar preparado para explotarla.