Aunque no se reúnan todas las
características anteriores se debe tener en cuenta que el
empresario no nace, se hace. Pocas personas poseen todas estas cualidades
a la perfección, por fortuna la determinación compensa
muchas de estas deficiencias. ¿Es lo suficientemente perseverante?
Ser emprendedor es un oficio en que cualquier persona con intuición
e iniciativa puede triunfar. La clave del éxito está
en la organización, la elección adecuada de socios
y colaboradores, la adquisición de los conocimientos esenciales
actualizándolos constantemente, y la constancia y la fe en
el proyecto.
Crear una empresa, y después dirigirla exige mucha dedicación
y entrega, además una vez en marcha el negocio no se puede
cantar victoria, pues lo más difícil es mantenerlo
y obtener rendimientos.
Todos tenemos el potencial, solo falta arrancar para salir adelante.
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