A los niños, adolescentes y jóvenes hay que ayudarlos
a formar actitudes que les permitan responder con eficacia y satisfactoriamente
a las demandas del ambiente que les rodea, a las diversas situaciones
que se enfrentarán a lo largo de la vida, y en ese proceso
es importante responder con actitudes de desarrollo.
Alcántara (1992) propone una serie de actitudes que se podrían
desarrollar en los adolescentes y jóvenes a partir de sus
necesidades básicas o propias de su edad; en la siguiente
tabla se expresan 14 necesidades y valores con sus respectivas actitudes
que se podrían promover a través del currículum.
|