DEFINICIÓN

   
La autoconciencia implica reconocer los propios estados de ánimo, los recursos y las intuiciones. Así como conocer nuestras propias emociones y cómo nos afectan, cuales son nuestras virtudes y nuestros puntos débiles.
 
 
 
Conciencia emocional:
 
La conciencia emocional implica en nosotros tener la capacidad de reconocer la manera en que nuestras emociones afectan a nuestras acciones, además de saber utilizar adecuadamente nuestros valores para que nos sirvan de guía en el momento que tomamos de decisiones.
 
Nuestros sentimientos nos acompañan siempre en nuestras acciones, pero raramente nos damos cuenta de ellos, y solamente nos percatamos cuando se han desbordado. Por ello es necesario hacer esa pequeña pausa para reconocerlos y saber que con ellos podemos afectar a los demás y a nosotros mismos.
 
Valoración adecuada de uno mismo (correcta autovaloración):
 
Cuando poseemos esta competencia somos conscientes de nuestros puntos fuertes y debilidades, reflexionamos y somos capaces de aprender de la experiencia; estamos abiertos a nuevos puntos de vista y a la formación continua. Así mismo nos permite reconocer y corregir nuestros fallos.
 

Confianza en uno mismo (autoconfianza):

 
La autoconfianza es tener un fuerte sentido de seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros mismos y sobre nuestras capacidades. Con ella podremos afrontar las dificultades que se nos presentan y asumir cualquier papel en nuestra vida.