La salud se hace cada
día más
integral. La salud mental implica la capacidad de un individuo para
establecer relaciones armónicas con otros y para participar
en modificaciones de su ambiente físico y social y de contribuir
con ello de modo constructivo. La interacción mente-cuerpo
ha preocupado a filósofos y científicos desde el principio
de los tiempos y se ha enfatizado desde entonces la importancia
de la unidad de ambos (Taylor, 2007).
Existen etapas dentro del ciclo vital, que son explicadas por medio
de teorías sólidas las cuales hablan de los procesos
evolutivos, sus dimensiones o áreas fundamentales. En el área
socio emocional intervienen procesos y enfoques explicativos además
del desarrollo del autoconcepto y la autoestima, desarrollo y aprendizaje
de habilidades sociales, el grupo de pares, la escuela y la familia
como contextos de desarrollo afectivo social en situaciones educativas.
Por lo anterior, se puede ver que el área
socio emocional está compuesta por una serie de elementos
los cuales
van encaminados a la realización de las necesidades del hombre.
En un principio la educación referente a los conocimientos
era la primordial, pero hoy se interesa más por cómo el sujeto
integra esos conocimientos con la vida real; de igual manera el
desarrollo se interesó más por los bienes materiales que
por el hombre mismo. Y esto, siguió así hasta que
por medio de un enfoque más humanista se dio cuenta que no
eran sólo los bienes algo importante sino que abarcaba muchos aspectos
de la vida humana.
En este sentido, una formación para la calidad de vida es
aquella donde las cosas están en segundo término y
el hombre en primer lugar.
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