El hombre interrelaciona
constantemente con su medio. Hombre – medio constituye una
unidad dialéctica. El hombre requiere transformar su medio.
Está consciente de la necesidad y trascendencia de los cambios,
pero el problema está en cómo hacerlo.
La transformación de la realidad puede ser espontánea
o dirigida y ésta última a partir de la experiencia
cotidiana o mediante el conocimiento científico. Todas estas
formas son válidas, presentan aspectos positivos pero también
límites de acción.
La actividad científica es la forma por excelencia de conocer
y transformar la realidad y sus ventajas son ampliamente reconocidas.
Existen dos variantes de trabajo científico:
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La aplicación directa o indirecta de conocimientos
científicos producidos, probados y validados por otros. |
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Y la generación de ideas, alternativas de solución,
nuevos enfoques y modos de ver y hacer a partir de exigencias
planteadas. Mas aún la actividad científica
puede ser analizada en dos planos, como: Proceso y
Resultado |
Como proceso equivale a investigación científica,
es decir, sistema de acciones de búsqueda organizada y planificada
en función de alcanzar un fin consciente, el conocimiento
científico, que permita la transformación de la realidad.
El resultado, el conocimiento científico contribuye a corroborar
una teoría, a enriquecerla, o a negarla, es decir, rechazarla
total o parcialmente o bien a plantear una nueva. De una manera
u otra como respuesta a determinadas interrogantes esa información
permite conocer el medio y actuar consecuentemente.
Ahora bien, el conocimiento científico sólo se logra
mediante la aplicación del método científico. |