Conclusión

   

El método científico no es investigación científica. Existe relación entre ellos pero también distinción. Para realizar una correcta investigación sin duda que es imprescindible el método científico, pero éste puede y de hecho se emplea sin que hagamos una investigación, al menos aquellas que llevamos a cabo como tesis para licenciarnos o las que tienen lugar en centros e institutos especiales dedicados a ello.

La actividad humana que emplea consciente o no, el método científico es actividad científica.

El hombre interrelaciona constantemente con su medio. Hombre – medio constituye una unidad dialéctica. El hombre requiere transformar su medio. Está consciente de la necesidad y trascendencia de los cambios, pero el problema está en cómo hacerlo.

La transformación de la realidad puede ser espontánea o dirigida y ésta última a partir de la experiencia cotidiana o mediante el conocimiento científico.

Muchas razones justifican la necesidad de conocer y emplear el método científico. Ante todo y en sentido muy general, porque su comprensión nos permite el desarrollo del pensamiento, y nos da una forma de conocer. Es decir una manera racional y consecuente de enfrentar la vida, ya que él sintetiza el gran esfuerzo de la humanidad de tener procedimientos que permitan el conocimiento objetivo, certero, fiel de la realidad. Y con ello la inducción de una actitud inquisidora, de búsqueda, planteo y replanteo, de inconformidad que moviliza a la solución creadora de problemas.

El método científico por tanto ofrece un modo de ser (pensamiento), un modo de conocer (investigación) y un modo de trabajo (desempeño profesional), en suma una estrategia que a partir de una forma de pensar guía la acción.