Es importante cuidar el lenguaje que
se utiliza en la presentación oral, éste debe estar
al nivel de la audiencia, así se logrará un mensaje
claro y una mejor conexión con los asistentes.
El buen orador siempre se dirige al público de una manera
considerada, respetando sus ideas y opiniones, al mismo tiempo que
muestra asertividad para defender las suyas.
Cuidar la dicción mejora la claridad de nuestras palabras.
Las pausas al hablar pueden ayudar a hacer cambios de material
de apoyo, descansar la garganta, así como crear intriga o
expectación en el público.
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