La comunicación no verbal es
aquella que se integra de mensajes no hablados, como el volumen,
tono y ritmo.
Se recomienda variar el volumen de la voz para acaparar la atención
del oyente, ayudando a evitar el tedio.
El ritmo es determinado por la naturaleza del tema, entre mayor
sea su complejidad menor debe ser el ritmo.
Los movimientos faciales deben ir de acuerdo a la naturaleza del
tema, así se apoya la comunicación verbal con la no
verbal.
Se debe tener cuidado al utilizar las manos, ya que éstas
pueden ser un distractor; lo ideal al hablar en público es
no traer ningún objeto en ellas con la finalidad de tener
mayor libertad de movimiento y evitar desvíos de atención.
Es importante establecer contacto visual con el auditorio, esto
logrará mayor integración y atención hacia
la presentación.
El medio ambiente debe ser agradable para el orador y el público,
un lugar bien iluminado, ventilado y confortable ayuda a que el
estado de ánimo de las personas sea adecuado para una mayor
receptividad.
|