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Introducción
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El mundo de hoy es, sin duda, el mundo de las competencias.
Tomando como referencia cualquiera de sus acepciones, se trata tanto
de la necesidad de ser competentes, en el sentido de estar aptos,
facultados, capacitados para un desempeño de éxito,
como de la necesidad de ser competitivos, es decir, estar preparados
para salir adelante,
prevalecer sobre otros, luchar con otros, ganar y aventajar.
Esta última noción de competir, no siempre aceptada por todos en
nuestro contexto, no debe ser desechada en nuestros días, puesto que se
distingue de la feroz competencia del mundo capitalista por el hecho de partir
de principios éticos muy diferentes, inherentes a nuestro proyecto social.
No obstante, especialmente en el mundo del empleo, en nuestro medio existe
la competencia.
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