Departamentalización

   

Cuando una empresa crece y contrata más personas para llevar a cabo diversas actividades, se hace necesario agrupar a los empleados cuyas tareas están relacionadas entre sí. Ventas, Personal, producción, contabilidad y mercadeo, son algunos de los departamentos típicos de las empresas manufactureras. En cualquier departamento hay trabajadores con distintas destrezas y niveles de experiencia, cuyas interrelaciones se gobiernan con procedimientos establecidos. A esta combinación de trabajo se le suele llamar Departamentalización.

Para que el pequeño empresario pueda dividir el trabajo, una vez que se conoce cuánto debe hacer un empleado, debe conocer el mapa de la empresa, es decir, su “organigrama”, en donde se ve quién es el jefe, quién el empleado, cuántos empleados tienen, qué actividades realizan en su empresa, y si esas actividades están en un mismo nivel o unas son más importantes que otras. Ya que el pequeño empresario conoce cómo representar una pequeña empresa en un organigrama, puede dividirla para agilizar y mejorar el trabajo; para ello tiene que ver qué es lo más importante para la empresa.

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Sin embargo el conocimiento de cada una de las diferentes formas de departamentalización, el saber sus ventajas y desventajas, le permitirá poder diseñar la estructura organizacional más apropiada para sus funciones particulares. Es decir, en una misma organización, no necesariamente se debe utilizar un solo tipo de departamentalización, sino que dependiendo de la naturaleza de la empresa, se puede hacer una combinación de dos o más tipos de departamentalización para lo mismo.