La responsabilidad es definida como
el cumplimiento con el deber de asumir las consecuencias de nuestros
actos.
Por su parte ser responsable también significa tratar de
que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción
de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Para lo anterior los valores son la base de nuestra convivencia
social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella
depende la estabilidad de las relaciones personales. La responsabilidad
es valiosa, porque es difícil de alcanzar.
Para alcanzar la responsabilidad se ocupa tener presente los siguientes
pasos:
El primer paso para poseer la responsabilidad es percatarnos de
que todo lo que hagamos, todo compromiso, tiene una consecuencia,
depende de nosotros mismos, porque nosotros somos quienes decidimos.
El segundo paso es lograr de manera estable, que nuestros actos
correspondan a nuestras promesas; si prometemos “hacer lo
correcto” y no lo hacemos, entonces no tenemos responsabilidad.
El tercer paso es educar la responsabilidad e ir corrigiendo lo
que no hacemos bien y volver a empezar.
La responsabilidad en sí, es un signo de madurez, pues el
cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente
agradable, pues implica esfuerzo.
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