3.- La Práctica de la Responsabilidad de sí Mismo


 

Para sentirme competente para vivir y digno de la felicidad, necesito experimentar una sensación de control sobre mi vida. Esto exige estar dispuesto a asumir la responsabilidad de mis actos y del logro de mis metas. Lo cual significa que asumo la responsabilidad de mi vida y bienestar. La responsabilidad de uno mismo es esencial para la autoestima, y es también un reflejo o manifestación de la misma. La práctica de la responsabilidad de sí mismo supone la admisión de lo siguiente:

Yo soy responsable de la consecución de mis deseos.
Yo soy responsable de mis elecciones y acciones
Yo soy responsable del nivel de conciencia que dedico a mi trabajo
Yo soy responsable de mi conducta con otras personas, compañeros de trabajo, socios,      clientes, cónyuge, hijos, amigos.
Yo soy responsable de la manera de jerarquizar mi tiempo
Yo soy responsable de la calidad de mi trabajo
Yo soy responsable de mi felicidad personal
Yo soy responsable de aceptar o elegir los valores según los cuales vivo.

Lo que implica cada uno de estos aspectos desde el punto de vista del comportamiento es el desarrollo y la aplicación de un plan de acción, soy yo quien tiene que descubrir cómo le voy hacer.