Actividad 2: Estudio de Casos

 

Instrucciones: Con base en la historia clínica que se presenta a continuación, identificar cuáles fueron las causas, factores de riesgo y signos que corresponden al caso y completar las columnas que se te presentan al finalizar el caso.

 


 

Un Caso de Bulimia

Para mi la bulimia era una lucha contra mi cuerpo, no lo aceptaba, lo odiaba, odiaba los espejos, evitaba pasar por una vitrina que reflejara mi imagen, odiaba las básculas y era tan fantasiosa que hacía un teatro de lo que sería mi vida cuando yo fuera esbelta y bella, sería amada, deseada, aceptada, todo mi mundo se volvería rosa, si tan solo pudiera sentirme orgullosa de mi cuerpo. La comida pasó de ser mi amiga que me acompañaba a todas partes a ser una enemiga, acérrima. Pensaba que comer sin engordar era un privilegio reservado a unos pocos, entre los que yo no me hallaba. Envidiaba a mis amigos, a los que podían comer todo lo que quisieran sin subir nunca de peso cuando yo con el olor de la comida o con rebanadas de aire ya había aumentado esos horrorosos kilos que me hundían en el desprecio hacia mi misma, envidiaba a mis amigas “flacas” que estaban llenas de admiradores, y que lucían con desenfado el último grito de la moda.

Los días transcurrían entre dietas, fantasías, culpándome por lo gorda que estaba, culpando a mis padres porque me habían hecho defectuosa, los había heredado, ellos también eran gordos, probaba todo lo que me prometiera que bajaría de peso, desde no comer a comer alimentos sin sabor o alimentos dietéticos con 0 grasas, edulcorantes en exceso, llegué a realizar extraños rituales como tomar en las mañanas aguas con granitos de arroz o jugo de toronja caliente, sufrí estreñimiento, a veces se sorprendían por las ojeras oscuras alrededor de mis ojos, llegué al grado de desear una enfermedad que me impidiera comer aunque esto pusiera en peligro mi vida.

Todos los lunes juraba empezar la dieta, hacer ejercicio, así que comía lo menos posible, me mataba los primeros días haciendo ejercicio y a la mitad de la semana tiraba todo por la borda y arremetía contra el refrigerador comiendo muy de prisa, escondiéndome para que nadie me viera y desarrollando un fuerte sentimiento de culpa, pero me consolaba la certeza que el siguiente lunes si podría.

Después de probar todo, dietas, ejercicios, mandas, saunas, pastillas, purgas, homeopatía, acupuntura, finalmente, obligada por mi familia, acudí a un psicólogo, no me entusiasmaba mucho la idea, sin embargo estaba tan desesperada que si me hubieran dicho que me tomara un vaso de agua de cabeza lo hubiera hecho.

El psicólogo me recomendó salir, ampliar mi círculo de amistades, no fue fácil pero lo intenté y lo logré y me di cuenta de que los que me amaban lo hacían independientemente si tenía kilos encima o no, que yo valía por ser quien era y no por pesar cierta cantidad de kilos, aún cuando voy a una fiesta creo que me toca el plato que menos tiene, sin embargo analizo mi pensamiento y me doy cuenta de que todos los platos son iguales, que soy yo, es mi obsesión y que solo yo puedo liberarme de ella, quiero ser feliz, quiero ser libre de la obsesión por comer, de vomitar cuando me siento culpable, y estoy en el camino correcto, si me respeto, si me comprendo, si se decir no a los alimentos que me despiertan la compulsión, seguiré avanzando por este difícil camino de la recuperación.

   

A continuación se te presentan los siguientes recuadros para expresar las causas, factores de riesgo y signos que se presentan en el caso.


Causas
Factores de Riesgo
Signos