Belly (2004) expresa
que las comunidades de práctica son una fuente básica
para la creación de conocimiento. Consisten en un grupo de
personas que se unen para compartir experiencias positivas o negativas,
procedimientos acertados o fallidos pues su función primordial
es compartir prácticas a partir de las cuales sea posible
crear o generar conocimientos para que el grupo pueda avanzar y
obtener mayores y mejores éxitos; como todo proceso, se requiere
una dirección que facilite los encuentros.
Precisamente como parte de esa dirección es necesario desarrollar
ciertas acciones que ayuden a la constitución efectiva de
dichas comunidades de tal forma que se establezcan las condiciones
adecuadas para el éxito de las sesiones de trabajo cuando éstas
se desarrollan de manera presencial. Belly (2004) señala
los siguientes aspectos para establecer comunidades de práctica
exitosas:
|