Los adictos son atraídos por cierto tipo de cambios en
el estado de ánimo o exaltaciones, Harvey Milkman y Stanley
Sunderwirth en Craving for Ecstasy: The Consciousness & Chemistry
of Escape, hablan de exaltaciones adictivas diferentes pero específicas,
que atraen a la gente: excitación, saciedad y fantasías
forman parte de todas las adicciones.
La exaltación hace a los adictos creer que pueden obtener
felicidad, seguridad y plenitud, provoca sensaciones de omnipotencia,
mientras que sutilmente les drena todo su poder. Para obtener
más poder, los adictos regresan al objeto o acontecimiento
que provoca la exaltación y poco a poco llegan a ser dependientes
de él. A los adictos a la exaltación les agobia
el temor de perder su poder, y que otros descubran cuán
impotentes son en realidad.
Existen 3 grupos bien definidos de adicciones:
Adicción a drogas, tales como la cocaína, heroína,
marihuana, tabaco, alcohol, pastillas, inhalantes químicos,
etc.
Adicción
a conductas, tales como al sexo, juego, Internet,
compras, los desórdenes alimenticios (comer
compulsivamente, la bulimia, la anorexia) y demás
conductas obsesivas y compulsivas.
Adicción
a personas, mejor conocida como codependencia o co-adicción.
Para el adicto actuar es una manera de crear ciertos sentimientos
que provoquen el cambio mental y emocional que desea. Actuando,
ya sea mediante pensamientos o conductas, el adicto aprende
a crear sensaciones de relajación, exaltación o de
tener el control; puede crear también sentimientos de miedo,
disgusto, vergüenza y odio a sí mismo. Más
que nada, el adicto alberga la ilusión de tener el control
al actuar.
La adicción es un intento por encontrar un sentido emocional
a la vida. Los adictos creen, desde un nivel emocional, que están
alcanzando la plenitud. El trance creado al actuar es descrito
frecuentemente por ellos como un tiempo en el que se sienten vivos
y completos, lo cual es particularmente cierto en las etapas incipientes
del proceso de adicción.