Los factores de riesgo se pueden agrupar
en cuatro grandes grupos:
Factores
sociales y ambientales: se refiere a la presión
que ejerce la sociedad hacia un cuerpo esbelto, así como
la influencia del círculo de amistades, además de
las circunstancias que tienen que ver con el entorno.
Factores
físicos o biológicos: se refieren a cierto
tipo de características físicas, genéticas,
o biológicas que pueden hacer a la persona más vulnerable
que otras.
Factores
personales: referidos a rasgos de personalidad, carácter,
o modos de ser y comportarse, baja autoestima, inconformidad con
el cuerpo, pocas habilidades sociales, introversión, necesidad
de control y de aprobación, problemas de dependencia, síntomas
depresivos.
Factores
familiares: Se refieren a ciertas características
familiares como obesidad en alguno de los padres o en ambos, separación
o malas relaciones en el núcleo familiar, mala educación
o nutrición deficiente, conceptos y normas en la educación
de los hijos como altas expectativas, ya sean de tipo evidente o
tácito y que pueden ser de gran influencia para la adquisición
del trastorno.
El objetivo de conocer los factores de riesgo de los trastornos
de alimentación es la prevención. Son trastornos que
provocan un gran sufrimiento para las personas que los padecen, que
pueden llegar a ser crónicos si no se tratan correctamente
y que suelen llevar consigo otro tipo de problemas como: depresión,
ansiedad, ideas suicidas, desesperanza. |