CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

   

Los trastornos de alimentación son multifactoriales, es decir no hay un factor único que contribuya a su desarrollo y se han convertido uno de los problemas más complejos de entender en cuanto a su manifestación y origen, no existe con exactitud una explicación completa sobre causas y factores de riesgo, las investigaciones clínicas se inclinan hacia aspectos relacionados con la historia personal, contexto familiar, acontecimientos significativos y presiones socioculturales. En la actualidad, la cultura occidental promueve a través de los medios de comunicación que la alta autoestima depende de la forma y peso del cuerpo, es decir solo se considera atractiva, valiosa y triunfadora a una persona con un cuerpo delgado, atlético.

 
     

Los factores de riesgo se pueden agrupar en cuatro grandes grupos:

Factores sociales y ambientales: se refiere a la presión que ejerce la sociedad hacia un cuerpo esbelto, así como la influencia del círculo de amistades, además de las circunstancias que tienen que ver con el entorno.

Factores físicos o biológicos: se refieren a cierto tipo de características físicas, genéticas, o biológicas que pueden hacer a la persona más vulnerable que otras.

Factores personales: referidos a rasgos de personalidad, carácter, o modos de ser y comportarse, baja autoestima, inconformidad con el cuerpo, pocas habilidades sociales, introversión, necesidad de control y de aprobación, problemas de dependencia, síntomas depresivos.

Factores familiares: Se refieren a ciertas características familiares como obesidad en alguno de los padres o en ambos, separación o malas relaciones en el núcleo familiar, mala educación o nutrición deficiente, conceptos y normas en la educación de los hijos como altas expectativas, ya sean de tipo evidente o tácito y que pueden ser de gran influencia para la adquisición del trastorno.

El objetivo de conocer los factores de riesgo de los trastornos de alimentación es la prevención. Son trastornos que provocan un gran sufrimiento para las personas que los padecen, que pueden llegar a ser crónicos si no se tratan correctamente y que suelen llevar consigo otro tipo de problemas como: depresión, ansiedad, ideas suicidas, desesperanza.