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Gina tiene dieciocho
años. Es una joven bonita, simpática, aunque algo
introvertida, tímida, aislada, mide 1.71 metros y su peso
es alrededor de 50 kilos, por lo que su figura es muy estilizada.
Trabaja en una tienda de ropa, es muy autoexigente y responsable.
Sus padres nunca han tenido queja de ella, pues es muy obediente, últimamente
la han visto triste, pensativa y con cambios repentinos de humor,
ni ella misma comprende que le pasa. Hace dos años ella pesaba
20 kilos más, es decir 70 kilos, y sus padres le decían
que se pusiera a dieta porque estaba gorda, ella preguntaba a sus
amigos y estos le decían que solo estaba rellenita, entonces
decidió ir con un médico, tomó pastillas y
logró bajar algunos kilos, sin embargo, bajaba y subía
de peso, provocando en ella angustia.
A los diecisiete años se puso de novia
y decidió que para gustarle más a su novio debía
bajar unos kilos más y se puso a dieta rigurosa, en ocasiones
comía en demasía y luego se sentía culpable
por lo que se provocaba vómitos o se purgaba, esto ha continuado
y en la actualidad se siente ansiosa, enojada, temerosa, insegura
de si misma con una autoestima muy baja.
Gina piensa que nadie puede quererla a menos
que esté muy delgada, basa su valía en su aspecto
corporal, cuando come de más se auto castiga con dejar
de comer o hacer ejercicios exhaustivos, siente una gran presión
por ocultar lo que le pasa.
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