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Uno de los retos
de la educación es propiciar un mayor entendimiento entre
las personas y grupos sociales, especialmente en una sociedad que
asume las diferencias como expresión de su riqueza cultural
y social. Por tanto, los estudiantes, en el proceso de desarrollo
personal necesitan aprender a reconocer el valor de la diversidad
de creencias, necesidades, intereses, percepciones, actitudes, para
el establecimiento y mejoramiento de las relaciones interpersonales,
intergrupales y sociales en general. |
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Tradicionalmente, el término conflicto se asociaba a violencia,
destrucción e irracionalidad, es decir, como un evento
negativo, por lo tanto había que evitarlo o temerle, en
detrimento de las relaciones sociales, sin embargo las perspectivas
más
recientes del ámbito organizacional han enfatizado su carácter
productivo y promotor de cambios a nivel individual y grupal.
Dicha
perspectiva reciente ha redimensionado la importancia de los conflictos
en el desarrollo humano, en todo caso hay que aprender a desarrollar
habilidades que permitan afrontarlos de manera asertiva.
Considerar que los conflictos pueden ser funcionales,
es decir, orientados al desarrollo y mejoramiento de las relaciones
humanas versus los conflictos disfuncionales que generan un desgaste
en las relaciones interpersonales y en muchos casos pérdida
de recursos. El reto es identificar las fuentes de conflicto como
prerrequisito para su resolución armónica. |
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