Conclusión


 


El uso de técnicas adecuadas de relajación, pueden influir de modo positivo en la calidad de vida de las personas; y al ser ésta una práctica fácil de manejarse, puede funcionar de modo eficientemente en la salida de las tensiones, contribuyendo a llevar un mejor estilo de vida. La relajación no se ocupa de hacer, sino de sentir y no hacer (Madders, 1984).

La relajación acompañada de respiraciones profundas puede lograr que se disminuyan los problemas de salud y psicológicos, además que al practicarla una sóla vez trae consigo una sensación placentera, obteniéndose mejores beneficios si se realizan de un modo constante.